Métodos Tradicionales

Procesos prehispánicos

El telar de cintura
Antes de la llegada de los españoles a Oaxaca, el algodón era la fibra primaria utilizada para tejer textiles. La flor del algodón era cosechada, limpiada y transformada en hilos a través de un proceso de hilado manual con instrumentos como agujas de madera y cuencos. Una vez hechos los hilos, eran tejidos en telar de cintura. Esta técnica de tejido todavía se utiliza en muchas partes de Oaxaca, por ejemplo en Santo Tomás Jalietza. En esta pequeña comunidad las mujeres son las principales tejedoras. Se sientan en una alfombra de palma (petate), mientras que un extremo de su lienzo de hilo está unido a una columna y el otro amarrado a su cintura. Entretejen los hilos de algodón, uno por uno, de un lado al otro del lienzo, mientras aprietan las fibras firmemente con un pedazo de madera. De esta manera crean patrones antiguos muy detallados.

 

Tejido de palma
La tradición de tejer con palma proviene de la región mixteca en Oaxaca. No hay otra manera de trabajar el material, que a mano, rompiendo las hojas en tiras y entretejiéndolas para crear estructuras. Incluso hoy en día estas técnicas se utilizan para tejer sombreros, como protección para los agricultores contra los rayos del sol, para preservar y transportar alimentos, así como "petates" para dormir.

Incorporando nuevas técnicas

La lana

Cuando los españoles llegaron a Oaxaca, trajeron consigo nuevas técnicas de tejido que incorporaban nuevos materiales, como la lana, y nuevos instrumentos, como la rueda giratoria y el telar de pedal. Algunas comunidades adoptaron estas nuevas técnicas con el tiempo, como lo fue por ejemplo, la comunidad de Teotitlán del Valle. Ellos comenzaron a implementar la lana de oveja para crear textiles, y hasta hoy en día siguen un proceso de elaboración tradicional, después de cientos de años. A continuación de describimos un proceso tradicional simplificado:

  • Primero se enjuaga la lana, generalmente en casa o en el río de la comunidad. Algunos lugareños recogen el agua de lluvia y la usan, ya que dicen que es más fácil limpiar la lana.
  • Una vez que la lana ha sido lavada y secada al sol, se carda. Con dos fuertes cepillos de madera, la lana se peina hasta que está suave y limpia. ¡Parece nube!
  • El proceso de hilado comienza uniendo un trozo de lana limpia con una mano, y girando la rueda (rueca) al mismo tiempo. De esta manera se forman los "canillos" de hilos, y el proceso de tejer o teñido puede comenzar.

Tela de pedal

Una vez que los "canillos" están listos y la base de algodón ha sido colocada en el telar, comienza el proceso de tejido. Los hilos de lana se cruzan de un lado del telar al otro por medio de un gruesa pieza de madera, que contiene dentro un canillo con lana. Mientras se pasa el instrumento de un lado al otro, la persona que teje, presiona con sus pies los enormes pedales de madera que mueven los hilos de algodón hacia arriba y hacia abajo y que crean patrones en la pieza. Para muchas personas, especialmente para las mujeres, la elaboración de tapetes se realiza aparte de las tareas del hogar, por lo que puede tomar días elaborar una pieza de tamaño mediano.

Variaciones - Telar de chicote

El telar de chicote es un tipo de telar de pedal en el cual, a parte de utilizar los pies para mover los pedales, se integra una lanzadera que es eyectada por un mecanismo que la libera al jalarse, haciendo más rápido el procesos de pasar la lanzadera de un lado al otro. Comúnmente este mecanismo se activa al jalar una pieza de "mecate" o tela, con un brazo.

Hasta la fecha solo es utilizado para trabajar con hilos de algodón.

Tintes Naturales

Tradicionalmente los tintes naturales en Oaxaca pueden provenir de plantas, minerales e incluso animales. Comúnmente las cáscaras de nuez se hierven y se utilizan para obtener tonos marrones, la granada y flores de cempasuchil (marygold) para obtener amarillos intensos. El color índigo (también conocido localmente como oro azul) es un tinte valioso obtenido de la planta de jiquilita remojando sus hojas durante semanas, luego extrayendo la humedad presionando con paños y dejándola deshidratada hasta que se convierte en una formación similar al carbón fácil de transportar. Cuando los hilos de lana o algodón se empapan en agua hirviendo que contiene el pigmento, los textiles se vuelven azules.

En Oaxaca uno de los colores más conocidos de origen animal proviene de la cochinilla, un pequeño insecto que se alimenta del cactus local y genera ácido carmínico. Cuando estos insectos están deshidratados, molido, y añadidos al agua hirviendo con paquetes de lana, se pueden obtener colores rojos.

Las mezclas de estos colores vegetales o a base de animales, con otros elementos naturales; como ácidos procedentes del limón, bases como bicarbonato sódico, hierro, cobre, etc... tienen como resultado infinitas variaciones de colores!